Camila: Papá, no puedo creerlo. ¡Hace muchos años que no me traes a un parque de diversiones! ¡Quiero ir a todos los juegos!
Leonardo: Hija, ya tienes dieciséis años. No hace falta que yo te acompañe. ¿Dónde está tu tío Gabriel?
Camila: No lo sé. Dijo que vendría a las tres.
Leonardo: Ya son las tres y cuarto, aún no lo veo. ¿Tú lo has visto por la mañana?
Camila: Sí, en la casa de la abuela.
Leonardo: ¿Cómo estaba vestido?
Camila: Vestía una camisa blanca, pantalones negros y zapatos marrones, si mal no recuerdo .
Leonardo: Pues hay mucha gente vestida así… Además, olvidé mi teléfono celular, no puedo llamarlo. Mejor gritaré su nombre. ¡Gabriel! ¡Gabrieeeeel!
Camila: Papá, papá, cálmate. Ya llegará. Tengo sed. ¿Me compras una gaseosa?
Leonardo: Sí. ¿Cuál es tu sabor favorito?
Camila: Limón, por favor. Mira, ¡ahí está el tío Gabriel!
Gabriel: ¡Hola, sobrina! ¿Cómo estás?
Camila: Muy bien. ¿Y tú?
Gabriel: Perfecto. Es un día soleado, ideal para un parque de diversiones… ¿O no, hermano?
Leonardo: Sí, por supuesto. ¿Dónde estabas? Has llegado tarde.
Gabriel: Choqué con el auto… Tuvo un desperfecto mientras iba por la autopista, dejó de funcionar y choqué con el auto que iba detrás de mí. Lo dejé a un costado y vine en ómnibus.
Leonardo: Qué lástima. Nosotros vinimos en moto. Me compré una nueva, ¿la has visto?
Gabriel: No. ¿Una moto azul?
Leonardo: La azul es la anterior. La nueva moto es negra. Luego daremos un paseo juntos, si lo deseas.
Gabriel: Muchas gracias por la invitación. Me encantaría ir contigo en moto. Por un tiempo no me subiré a ningún auto…
Camila: Oye, yo quiero ir contigo a los autos chocadores . ¡Vamos ya!
Gabriel: ¿Dónde están? ¡Es mi juego preferido!
Leonardo: Allí a la derecha, al lado de la montaña rusa . Corramos, ya empiezan.
--------------------------------------
Gabriel: Hace mucho que no corría, ¡estoy agitado!
Camila: ¡Vaya, perdimos el turno! Ahora debemos esperar.
Gabriel: Tengo hambre. ¿Quieren hamburguesas?
Leonardo: Con mucho gusto. Yo compraré papas fritas.
Camila: Es una buena idea.
--------------------------------------
Camila: ¿Qué juegos quieres probar?
Gabriel: La verdad, yo prefiero comer hamburguesas aquí. Los juegos me marean un poco. Mira esa nave espacial, da demasiadas vueltas. Me asusta su velocidad.
Camila: Tío Gabriel, no digas eso. Prueba esta gaseosa, te dará ánimo.
Gabriel: ¡Mmmm! ¡Está deliciosa, y la hamburguesa también!
--------------------------------------
Gabriel: Ahora quiero divertirme un poco. Me gusta aquella nave espacial.
Camila: A mí también. Tiene una pantalla gigante dentro, con imágenes del espacio, los planetas, las estrellas…
Leonardo: Me gustaría practicar tiro al blanco . Hay buenos premios para el ganador.
Gabriel: Ahá. Osos de peluche, pelotas de plástico… ¡Camila ya no es una niña!
Leonardo: Tienes razón. Pero es un juego tranquilo, como los que a ti te gustan, mi valiente hermano…
Gabriel: Leonardo, ya basta. Vayamos a los autos chocadores. Ya podemos subirnos.
Leonardo: ¡De acuerdo! Tú eres experto en chocar autos, ja, ja, ja…
Gabriel: Nunca cambiarás, hermano. Nunca jamás. Vamos ya.