Don Bruno Blanco es un hombre que vive en un pueblo de Zamora, cerca de Sanabria. Es un señor muy sociable, pues es conocido en todo el pueblo y por los alrededores. Por las mañanas trabaja en una fábrica de cristal y por las tardes dedica el tiempo libre a su afición preferida, el bricolaje. Le encanta arreglar los muebles estropeados y restaurar los antiguos. Después de arreglarlos, con una brocha les aplica un barniz especial, que él mismo fabrica, y así consigue que los muebles tengan un brillo especial. En los pueblos cercanos todo el mundo habla de él, se dice que con un par de tablas viejas, es capaz de crear auténticas maravillas. ¡Bruno es todo un artista!

El entrenador de mi equipo de atletismo se llama Francisco. Es un entrenador muy bueno y dice que para ser un buen deportista hay que comer equilibradamente para que nuestro cuerpo tenga energía. Siempre nos cuenta que hacer deporte es muy importante para estar en forma y para que el corazón esté fuerte y sano. Sus entrenamientos son muy interesantes porque además de correr y ayudarnos a ser buenos atletas, nos da buenos consejos.

Las abejas son unos insectos un poco peligrosos. El verano pasado picaron a uno de los gemelos, a Joaquín. Fuimos a visitar unas colmenas para ver cómo fabricaban la miel. El apicultor nos dijo que las dejáramos tranquilas, porque si no se las molesta, no pican. De repente, los gemelos se separaron del grupo y se acercaron demasiado a las colmenas. Fue entonces cuando un enorme abejorro empezó a perseguirles y picó a Joaquín en un brazo. ¡Cómo se quejaba!