Texto 1
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Lee los pasajes presentados en esta sección y revisa el vocabulario que es nuevo para tí. Responde a cada pregunta y chequea tus respuestas.
Dos Gorriones
Una vez dos gorriones se pararon en las ramas de una zarza que crecía al lado de un campo de trigo maduro.
El gorrión mayor era el padre y enseñaba a volar al gorrioncito más chico, que era su hijo.
De paso, le mostraba los lugares donde hallaría mejores granos y semillas para comer.
-¿Ves? -le decía-. Eso son espigas. Cada una tiene un montón de granos de trigo y, cuando son maduros, como ahora, espigamos alguno al vuelo.
-¡Ay, ay, ay, padre! Mira aquel hombre en medio del campo, con los brazos extendidos... Nos habrá visto... Querrá matarnos...
-¿Qué? ¿Aquello tan desharrapado? Es un monigote para asustarnos. Lo llaman un espantapájaros. Pero a mí no me espanta. Vas a ver. Sígueme.
Y de un vuelo se plantó, decidido, sobre el sombrero del espantapájaros.
A. Garriga
El vocabulario
gorriones - sparrows
zarza - blackberry
espigas - sprig
desharrapado - ragged
espantapájaros - scarecrow
¿Qué le enseña el padre al hijo?
un espantapájaros a volar a cantar
¿De qué están formadas las espigas?
de un montón de granos de maíz de un montón de granos de trigo de un montón de granos de cebada
¿Qué es lo que piensa el hijo sobre aquel hombre?
que los matará que se los comerá que los atrapará
Al final, ¿qué es ese hombre?
una momia un espantapájaros no hay nadie
¿Hacia dónde vuela el padre?
hacia el nido hacia su hijo hacia el sombrero del espantapájaros
El Aguila Real
Desde mi puesto de observación, bien camuflado bajo unas matas de boj, me deleito en la contemplación de cinco jóvenes zorros que juegan a la puerta de su refugio. Han salido hace media hora, con toda precaución, cuando el sol se asomaba sobre las cumbres. Poco a poco han ido cobrando confianza; tendidos en las posturas más cómicas han estado mordisqueándose, para terminar persiguiéndose abiertamente sobre la fresca hierba que crece ante el negro agujero de la cueva.
Súbitamente los cinco zorros a la vez se precipitan hacia su fortín. Casi en el mismo instante oigo detrás de mi cabeza un zumbido creciente, como el producido por una bandada de torcaces al pasar en vuelo bajo por un encinar. Primero veo una sombra enorme, exactamente delante de la mirilla de mi observatorio. Una masa parda se confunde con ella. Es el águila real. Con las alas semicerradas, formando un ángulo con el cuerpo, con las garras abiertas y adelantadas el ave de Júpiter se clava materialmente contra la pared de la cueva de los zorros. En el último instante gira en ángulo recto. Y en lugar de chocar y aplastarse contra la dura caliza, como un observador profano hubiera podido temer, sale lateralmente llevándose un zorrillo en las garras hacia el fondo del valle.
Esta es la técnica de caza favorita de la reina de las aves: el ataque por sorpresa. Cuando se la ve describiendo amplias órbitas, en lo alto del cielo, en realidad no está cazando. Simplemente trata de ganar altura, dejándose elevar por las corrientes ascendentes de aire caliente, llamadas térmicas, para alcanzar una situación que le permita desplazarse hasta sus cazaderos. Cuando las águilas tienen altura suficiente, se lanzan en un picado oblicuo muy tendido, sin dar un golpe de ala. Así, pueden cubrir distancias de hasta treinta kilómetros. Aprovechando la gran inercia de su caída, vuelan velozmente pegadas al terreno, tratando siempre de aparecer de improviso sobre las crestas y cuerdas de los valles, para sorprender a los mamíferos o a las aves que se encuentran al abrigo de las laderas. Un águila real, lanzada a más de doscientos kilómetros por hora hacia el fondo de un estrecho valle, es un espectáculo inolvidable. Y a esa gran velocidad el pesado pájaro resulta tan ágil como un azor; y puede cortar generalmente con un giro brusco de costado, la finta de la más ágil liebre o el salto hacia la madriguera del astuto zorro.
Félix Rodríguez de la Fuente
Aparecida en la revista La Actualidad Española
¿De cuántos zorros se habla en la lectura?
ocho cinco tres
¿Cuánto estuvieron a la puerta del refugio?
tres horas media hora cuatro horas
¿Por qué se esconden los zorros?
por capricho por indicación de su padre por miedo al águila real
El zumbido del águila se parece a:
las corrientes térmicas una bandada de torcaces el juego de los zorros
¿Cuál es la técnica favorita del águila?
la persecución el ataque por sorpresa la caza nocturna
Cuando da vueltas en el cielo:
observa a sus presas contempla el paisaje trata de ganar altura
¿Cuántos km. pueden recorrer en la bajada?
treinta kilómetros doscientos kilómetros diez kilómetros
¿Cómo lleva las alas en el ataque?
cerradas semicerradas abiertas
¿Qué velocidad consigue en la bajada?
diez kilómetros por hora doscientos kilómetros por hora treinta kilómetros por hora
El águila es tan ágil como:
un zorro una liebre un azor
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Ejercicio 1
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Texto 2
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Ejercicio 2
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